"Quizá ahora no entiendas nada, pequeña, que quieras correr y que sientas que no puedes volar en tu imaginación, que se te acaban las ideas, que no tienes que hacer más que llorar por todo lo que se te pasa por la cabeza.
Todo el mundo tenemos días malos y días buenos pero, mi niña, sólo quiero que esto no te pase a ti, lo paso mal al pensar que no estás a mi lado cómo quisiera, que necesito descansar mi cabeza en tus piernas y dormirme mientras acaricias mi pelo, que todos por aquí te echan de menos, a ti, a tus ganas de dibujar una sonrisa en todo aquel que esté triste, en tus ganas de luchar contra todo para defender lo que te importa de verdad, y a tu loca cabeza también la echan de menos.
¿Qué te ha hecho ese tal Dougie?
Desde hace meses que no me hablas como siempre lo has hecho y es la única razón por la que veo que te estás distanciando, ese estúpido rubio que te tiene enamorada desde hace 2 años.
Dile que se vaya, dile que no vuelva por sea donde sea que estés, dile que quieres volver a ser tú, a no tener que sonreír forzadamente y hacer tus típicos chistes casi por obligación y que no te pregunten que te pasa.
Harto. Harto de que cada vez que te obligue a poner la cam porque te extraño tengas los ojos rojos y empapados, por favor, olvídate de él, olvídate de todo lo que ha sido y es para ti, aunque sea por dos o tres días, mira para a delante y deja atrás todo esto.”
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